Silent Hunter_Flotilla Submarina

HISTORIA SUBMARINA ESPAÑOLA, Extraido de los foros de la Armada Española. Entre otros

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view post Posted on 12/11/2009, 15:03     +1   -1
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Capítulo 16


Extraido de los foros de la Armada Española. Entre otros


SUBMARINO C-6
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El último submarino de la serie C comienza su historia el día de su puesta de quilla, acto que tuvo lugar en los astilleros de la Sociedad Española de Construcciones Navales en Cartagena el día 12 de febrero de 1925. La ceremonia de botadura tendría lugar el 26 de diciembre de 1929 y su entrega a la Armada el día 27 de septiembre de 1930.

Fue asignado a la Escuadrilla de submarinos de Cartagena donde comenzaría su vida operativa. Con su incorporación el Arma Submarina alcanzaría el record de 16 unidades.

Durante el mes en que entró en servicio se habían celebrado las maniobras de la flota en el Cantábrico a las que lógicamente no asistió, tampoco lo pudo hacer al año siguiente, ya que estas fueron suspendidas debido a la inestabilidad política (en este año se instaura la 2ª Republica), lo que motivó que las divisiones de submarinos se dedicasen solamente al adiestramiento de sus dotaciones.

Foto: "Buques de la Guerra Civil Española- Submarinos". El submarino C-6 navegando en superficie.

En 1932 el C-6 recibió a bordo la visita del Presidente de la República D. Niceto Alcalá Zamora quién con este submarino inauguró un nuevo muelle del puerto de Alicante.

En 1933 y 1934 participó en las maniobras de la flota y en este último año realizó en compañía del C-3 un crucero de resistencia por el Mediterráneo tocando los puertos de Bizzerta, Alejandría, Haifa, Rodas, Salónica, El Pireo, Maddalena y Tolón.

En 1935 las maniobras son más reducidas de lo habitual y no participa, si lo haría en el crucero de instrucción realizado en el mes de julio, en el cual, se tocaron los puertos de Melilla, Cádiz, Plymouth, Brest, Santa Cruz de Tenerife, Dakar, Villa Cisneros, Las Palmas y Larache. Y finalmente, en el año 1936, participó en las maniobras que tuvieron lugar en Canarias en el mes de mayo.

La madrugada del día 18 de julio de 1936 (inicio de la Guerra Civil) la Flotilla recibe ordenes del Ministro de Marina Giral de zarpar inmediatamente con la misión de impedir el transporte de tropas a la Península. Así las cosas el C-6 participa en la que sería la primera patrulla submarina de la guerra.

Foto: "Buques de la Guerra Civil Española- Submarinos". Submarino C-6 en dique seco.

Al mando del Capitán de Corbeta Mariano Romero Carnero el submarino se dirige a su cuadrante asignado, las inmediaciones de Melilla. El día 20 a las 1440 se reciben nuevas ordenes. El C-6 y el B-6 deben dirigirse a la zona del Estrecho. Durante estos confusos momentos iniciales se reciben noticias a bordo de lo que está sucediendo en otras unidades de la flota y los oficiales afectos al alzamiento sondean a la tripulación que da muestras de seguir fiel al gobierno. Ante esta situación los oficiales se limitan a impedir la acción del submarino fingiendo una avería en la giroscópica y ponen rumbo a la nueva base en Málaga. Su entrada en este puerto se produce en un ambiente de excitación de las dotaciones de otros buques que se dirigen al submarino y detienen a la oficialidad que es conducida al buque prisión Monte Toro. La dotación del submarino no está de acuerdo con estas detenciones e incluso presentan informe al respecto, mientras tanto se nombra comandante al segundo auxiliar de máquinas Juan León, que pocas horas después recibe el relevo del mando del Alférez de Navío Julián Sánchez-Ferragut Gómez.

El día 1 de agosto el C-4 le hace entrega al C-6 de la bola giroscópica y torpedos antes de dirigirse a Cartagena.

A primeros de agosto el Gobierno decide enviar submarinos al Cantábrico para intentar aliviar la presión que en esta zona ejercen los buques de los sublevados. Se asigna esta misión a los C-3 y C-6. Por petición de la dotación es puesto en libertad y reintegrado a su unidad el comandante del C-6 Mariano Romero. Ambos submarinos parten hacia su destino pero el C-3 debe regresar por problemas de navegación, de esta manera el C-6 prosigue en solitario hacia el Norte. El submarino alcanza los accesos de Gijón el día 17. En la zona se encuentran el crucero Almirante Cervera y el Acorazado España a los que según la dotación el comandante no ataca, con la consiguiente destitución y nombramiento una vez más del Alférez de Navío Julián Sánchez-Ferragut Gómez. De inmediato se decide regresar a Cartagena para reparar. El 1 de septiembre desembarca Romero Carnero.

Esta decepcionante misión enfurece a las dotaciones de los demás submarinos que hablan de sancionar a la dotación del C-6 por su ineficacia. Este fervor patriótico desaparecerá en pocos meses.

El mismo día 1 de septiembre el submarino es cargado con munición y armamento para el Norte, zarpando de inmediato rumbo a Málaga. El mando real lo ejerce el presidente del comité Ernesto Conesa Avilés. Durante el tránsito hacia el norte es atacado por un hidroavión Savoia sin consecuencias. El día 7 entra en Gijón sin novedad. El día 15 toma la dirección de las fuerzas submarinas del Cantábrico el capitán de corbeta Remigio Verdía Jolí, sin duda el oficial de submarinos más competente que prestó sus servicios a la República. Este jefe enarbola su bandera en el C-6 y todos los submarinos del cantábrico ponen rumbo a Bilbao. Desde esta base el submarino realiza varias patrullas sin resultado. En este periodo de tiempo la Escuadra Republicana se presenta en la zona rompiendo el bloqueo Nacional, y la Escuadra Nacional da un golpe de mano haciéndose con el control del Estrecho (29 de septiembre). Como solución a la pérdida de control de esta importantísima zona las autoridades recurren una vez más a los submarinos y Verdía parte en compañía de los C-3 y C-4.

Desde Málaga operaria sin resultados positivos. El día 2 de enero de 1937 fallece Verdía durante un ataque aéreo sobre la ciudad y toma el mando del submarino el capitán de la Marina Mercante Fidel Esperanza Zabala quien realizó dos salidas en busca del enemigo y tras una avería en el periscopio regresó a Cartagena para reparaciones. En esta base, el día 1 de febrero toma el mando del submarino el Capitán de Corbeta soviético Ivan Alekseevich Burmistrov con el seudónimo de “Luis Martínez” y su intérprete Anatolii M. Gurevich alias Teniente de Navío “Víctor Nicolás”. La aparición de estos mandos fue un intento de mejorar las decepcionantes actuaciones de los submarinos debido a la ineficacia de los comandantes españoles en su mayoría afectos a los sublevados. El caso del C-6 fue el primero, pero no el único.


Foto Archivo Diego Quevedo Carmona. Crucero Nacional Almirante Cervera apodado "El Chulo del Cantábrico".


Con su nuevo comandante comienzan las primeras pruebas, durante cuatro días sale al mar para familiarizarse con el submarino y la tripulación, pero el tiempo apremia y el día 5 se dirige a Málaga y a Ceuta retornando el día 11 a Cartagena. Una nueva misión se presenta para el C-6. Deberá dirigirse a Palma de Mallorca para efectuar ataques al tráfico que transite desde o hacia el puerto. El soviético una vez situado decide permanecer al acecho a cota periscópica, pero un avión nacional descubre al submarino y le ataca. Burmistrov desciende para evitar las explosiones. Cuando todo estuvo tranquilo y al amparo de la noche el C-6 sale a superficie para revisar los daños que el ataque pudiese haberle causado. Desafortunadamente para sus intenciones la patrulla ha de concluir de inmediato pues una delatadora mancha de gas-oil esta siendo derramada con el consiguiente peligro para el buque.

Entra en Cartagena el día 22 y permanece en reparación durante dos meses.

El día 28 de abril deja su base en el Mediterráneo para dirigirse por tercera vez al Cantábrico, llegando a Santander el día 6 de mayo. El comandante soviético actuaba según los testimonios de la manera más profesional posible navegando en superficie sólo de noche y efectuando cortos escrutinios con el periscopio. Esta labor se veía entorpecida por la indisciplina reinante en el submarino. Varios miembros de la dotación fueron substituidos a petición del comandante.

Su primera patrulla en el Cantábrico resultó decepcionante, pese a haber localizado al Cervera no consigue posicionarse para el ataque, debido a la velocidad elevada a la que navega el buque nacional. Para colmo de males una avería en la giroscópica le obliga a recalar en Bilbao el día 12. Esa misma mañana un ataque de la Legión Cóndor se cobraría la vida de seis tripulantes, al alcanzar una bomba el cañón de cubierta. Estas graves averías inutilizan la nave hasta el día 31 de mayo. Durante el periodo de reparaciones el comandante trabaja con la tripulación consiguiendo elevar su espíritu combativo.

Todo estaba listo para abandonar Bilbao que pronto caería en manos del enemigo, el día 6 de junio se le ordena zarpar y el día 7 Burmistrov solicita permiso para buscar al Cervera por su cuenta. Queda claro con esta actitud el espíritu del soviético. Pese a su ímpetu nada consigue y el día 9 entra en Santander donde permanecerá hasta el 17 realizando pequeñas obras a bordo.

En el submarino embarcan otros dos extranjeros, el capitán leitenant Nicolai Pavlovich Eguipko (ruso) y su intérprete Vokshin (Yugoslavo) con el sobrenombre de “Juan Valdés”. Eguipko tiene ordenes de relevar a Burmistrov pero este permanecerá por un tiempo en el mando.



Los Kapitan Leitenant soviéticos Burmistrov (Izquierda) y Eguipko (Derecha).

Foto: "Submarinos republicanos en la Guerra Civil Española"

El día 18 el C-6 sale una vez más al encuentro con su obsesión el Almirante Cervera, esta vez la suerte está del lado del soviético, al menos eso parece, localizado el crucero se prepara el ataque y el primer torpedo es lanzado desde el nº5 (popa) pero la suerte de nuevo se revela contra el C-6, su torpedo realiza un giro no calculado perdiéndose. De nuevo se prepara y se lanza desde el nº4 (proa) pero el crucero vira y el torpedo pasa de largo. Por aquellas fechas en el Ministerio de Defensa no esperaban mucho de sus submarinos y el radio emitido por Burmistrov narrando su ataque fue recibido como una nueva esperanza poniendo como ejemplo a seguir la actitud del C-6. Como recompensa el comandante es nombrado Jefe de la Flotilla de Submarinos el día 26 y desembarca dejando al mando a Eguipko que realiza numerosas salidas en busca del escurridizo crucero. Pese a ser avistado en varias ocasiones no se consigue realizar ningún ataque sobre este buque, sin embargo se presenta la oportunidad de atacar al crucero Baleares y Eguipko ordena lanzar dos torpedos que una vez más efectúan giros no deseados perdiéndose así otra oportunidad.

El frente norte comienza a derrumbarse y Santander está a punto de caer, de manera que los submarinos allí basados reciben la orden de evacuar, así los C-2 y C-4 abandonan el puerto el día 25 de agosto llevando a bordo a políticos, militares y personalidades de la República, el C-6 por su parte lleva a su bordo al personal soviético y una carga muy especial “el tesoro ilegal del partido comunista” de un valor aproximado a los 15 millones de pesetas de 1937. Todos los submarinos se dirigen a Gijón donde entran el día 26, el último en hacerlo sería el C-6. Dos días después la ciudad asturiana recibe la “visita” de la Legión Cóndor. Las bombas arrojadas sobre el repleto puerto de El Musel siembran la destrucción en los buques. El C-4 resulta averiado por metralla y el C-6 sufre averías en los timones de proa.

Se decide sacar a los submarinos al mar para evitar nuevos ataques, ocasión que aprovechan los C-2 y C-4 para huir a Francia, el C-6 por su parte regresa a Gijón el día 2 de septiembre burlando el intenso bloqueo naval al que está sometida la ciudad.

Pese a la precariedad en la que se encuentra la nave y la falta de material para las reparaciones, el C-6 sale al mar en busca del enemigo en varias ocasiones en septiembre y octubre. En la noche del 14 de octubre tiene un encuentro con el minador Júpiter al que lanza dos torpedos que de nuevo presentan defectos, permitiendo al buque salir ileso. La frustración es absoluta, no sólo el submarino está seriamente dañado sino que la ciudad está condenada y las posibilidades de escapar se desvanecen. Para colmo de males una nueva incursión aérea sobre el puerto (18 de octubre) consigue dejar fuera de combate al último submarino del norte. Las bombas caídas a su alrededor le producen gravísimas averías en el casco y en las baterías. La inspección demuestra que ya nada se puede hacer más que hundirlo, para evitar que caiga en mano del enemigo que está a punto de tomar la ciudad. El día 19 a las 2330 el submarino es remolcado al exterior del puerto y hundido a dos millas al 090 del cabo Torres.

Foto: Museo Naval de Cartagena. El submarino C-6 durante su reflotamiento en Gijón..

La tripulación fue evacuada en el torpedero Nº3 y los soviéticos abandonaron la ciudad por vía aérea.

El submarino sería oficialmente dado de baja el día 31 de julio de 1941.

Terminada la contienda la Comisión de Salvamento de Buques tomó la decisión de reflotar el submarino, la operación se llevó a cabo el día 27 de noviembre de 1947. Tal y como recogemos del diario local “Voluntad”, el submarino fue puesto a flote y remolcado a El Musel donde quedó sumergido a 7 metros de profundidad. En el mes de marzo de 1938, tal como se recoge en los diarios “Voluntad” y “El Comercio” el submarino es remolcado al hoy puerto deportivo de la ciudad, donde de nuevo se le sumerge (para evitar daños), en espera de mareas vivas con el fin de trasladarlo a los astilleros del Fomento a reparar y preparar su posterior traslado al Ferrol.



Aunque las condiciones del submarino obligaban a su desguace, los diarios de la época no dudaban en decir que tras las reparaciones el submarino volvería a prestar servicio en la “Marina de Guerra Española”.

Durante su traslado falló el remolque y el C-6 se fue definitivamente al fondo donde permanece para siempre.

Edited by FLOTILLA SUBMARINA - 12/10/2010, 16:50
 
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CAPITULO 17

SUBMARINOS CLASE D
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""FUENTE: WIKIPEDIA, LA ENCICLOPEDIA LIBRE""




Clase D (1947)
De Wikipedia, la enciclopedia libre

Clase D


País productor España
Astillero: S.E.C.N. en Cartagena
Países en servicio: Bandera naval de España Armada de España
Autorización: 30 de agosto de 1932
Tipo: Submarino oceánico
Primera unidad: D-1 / S-11
Última unidad: D-3 / S-22
Clase Anterior: Clase C
Clase Posterior: Clase Balao
Período de construcción: 23 de septiembre de 1933 al 20 de febrero de 1954
Período de servicio: 17 de marzo de 1947 al 1 de abril de 1971
Unidades planeadas: 3
Unidades concluidas: 3
Unidades desguazadas: 3
Características generales
Desplazamiento: 1.095 t
Desplazamiento en inmersión: 1.399 t
Eslora: 84,3 m
Manga: 6,9 m
Calado: 4,1 m
Armamento: 4 tubos lanzatorpedos de 533 mm a proa
2 tubos lanzatorpedos de 533 mm a popa
1 cañón Krupp de 88 mm
2 antiaéreos de 20 mm
Propulsión: 2 motores eléctricos de
2 hélices
Potencia: 2.500 cv
Potencia en inmersión: 650 cv
Velocidad: 20,5 nudos
Velocidad en inmersión: 9,5 nudos
Autonomía: 9.000 millas a 12 nudos en superficie
Tripulación: original:60 hombres
modernizado: 74 hombres

Los Submarinos Clase D fueron una serie de tres submarinos de diseño y fabricación española, empezados a construir por la SECN (Sociedad Española de Construcción Navales) en 1932 (el D-1) y finalizados en 1954 (el D-3) por la empresa nacional Bazán. Estos submarinos nunca tuvieron nombre, siendo identificados únicamente por su numeral.
Contenido


Dificultades del proyecto

La Sociedad Estatal de Construcciones Navales (delegación de la Vickers en España que tenía arrendados los astilleros de Cartagena, Ferrol y la Carraca en Cádiz) recibió de la Armada Española el encargo de trazar un proyecto de submarino oceánico de 1.000 toneladas y 20 nudos de velocidad en superficie y que fuese de diseño y fabricación nacional.

La S.E.C.N encomendó al ingeniero naval y director de la factoría de Cartagena, Áureo Fernández Ávila, el estudio y la redacción del proyecto, por el que se quiso lograr un tipo "C" mejorado, pero se demostró que no es lo mismo construir submarinos con ayuda técnica y siguiendo unos planos y unas especificaciones garantizadas por una firma especializada, como se había hecho con la Clase B y la Clase C, que proyectar un tipo nuevo partiendo de la nada y sin contar con una previa experiencia.

El ministro de Marina José Giral redactó la Ley de 30 de agosto de 1932 que firmó el presidente de la República, Niceto Alcalá-Zamora y Torres. El 22 de noviembre de 1932 se daba la orden de ejecución del primero de la clase D a la factoría de Cartagena, en la cual se plantó la quilla del buque el 23 de septiembre de 1933.

En teoría se trataba de un buque realmente espléndido para su tiempo, con algo más de 1.000 t de desplazamiento en superficie; un cañón de 120 mm y seis tubos lanzatorpedos de 533 mm; 20 nudos de velocidad en superficie y 9.5 en inmersión, una amplia autonomía y una aceptable cota de profundidad de 80 metros.

En Cartagena, los trabajos sobre la grada del nuevo submarino iban progresando aunque con excesiva lentitud, a pesar de que en la orden de ejecución se puntualizaba que el buque debería entregarse en un plazo de tres años. El 27 de marzo de 1934 se promulgó una ley cuyo artículo primero, apartado B, señalaba:
"Se autoriza al Gobierno para contratar directamente, fundándose en el apartado cuarto del artículo cincuenta y cinco de la Ley de Administración y Contabilidad de la Hacienda pública, con la Empresa o las Empresas nacionales que puedan cumplir los fines que el proyecto trata de realizar, las siguientes construcciones con arreglo a las características citadas por el Estado Mayor de la Armada y al precio aproximado que para cada uno de los buques se consignan en los siguientes apartados:

A/...
B/ Dos submarinos iguales al "D-1" actualmente en construcción en Cartagena. Coste aproximado por unidad: diecisiete millones cuatrocientas mil pesetas.
C/...
bold

Estos buques fueron los submarinos D-2 y D-3, los cuales contrató directamente el ministro con la S.E.C.N. La quilla del D-2 fue plantada en Cartagena el 19 de noviembre de 1934 y la del D-3 el 11 de diciembre del mismo año. La construcción del D-1 seguía desarrollándose con lentitud.

La construcción de los D en Cartagena se llevó a efecto mediante el clásico sistema del remachado que ya estaba prácticamente abandonado en todas partes. Ello evidenciaba el retraso tecnológico de la industria española de la época.

Al iniciarse la guerra civil, las obras del D-1 quedaron paralizadas, así como las de los D-2 y D-3, que apenas habían comenzado con el acopio de materiales, quedando poco menos que abandonados y oxidándose en las gradas.

Finalizada la contienda, estalló al poco tiempo la Segunda Guerra Mundial. A finales de 1939 se reconsideró la necesidad de proseguir la construcción de los submarinos tipo D o cancelarlos definitivamente, sustituyéndolos por tipos alemanes o italianos ya experimentados. Pero las propias necesidades de las dos potencias en aquel entonces aconsejaron al Estado Mayor de la Armada a decidirse por los inacabados D.

En febrero de 1940 se dio la orden de reanudar las obras de aquellas unidades. El contrato suscrito con la Sociedad Estatal de Construcción Naval en 1908 había caducado, y para efectuar las carenas y construcciones programadas por el nuevo régimen se creó el Consejo Ordenador de Construcciones Navales Militares, de carácter estatal, que se hizo cargo de las factorías arrendadas a la Naval y a cuyo frente se situó en calidad de presidente el ingeniero naval Áureo Fernández Ávila.

Con una nación medio destruida, una industria pobre y en ruinas, con faltas de materiales de todas clases, restricciones eléctricas, intentando sostener una difícil neutralidad y pasando hambre, poco podían adelantar los trabajos de los D. Tantas dificultades, sumadas al óxido de varios años y al propio proyecto en sí que adolecía de algunas taras congénitas, dieron por resultado unos buques que dejaban mucho que desear.

El 11 de mayo de 1944 se puso a flote, tras diez años en grada, el D-1, pero su entrega a la Armada no tuvo lugar hasta tres años más tarde, en marzo de 1947, siendo entonces cuando aparecieron todos sus múltiples problemas. Entre ellos, los más importantes fueron:

* Tenían que salir a superficie proa a la mar
* Al soplar los lastres, pasaba por un momento de estabilidad transversal negativa y con la mar de través corría el peligro de quedar con la quilla al sol.

Debido a la baja calidad de los aceros empleados en su construcción, el desplazamiento subió a 1.095 toneladas en lugar de las 1.050 previstas, y en las pruebas de inmersión que se efectuaron con toda clase de precauciones en la rada de Mazarrón, no bajó nunca a más de 50 metros.

Cabe añadir que al D-1 se le condujo varias veces a dicho punto convoyado por una grúa flotante que lo mantenía embragado y abarloado a otro submarino. Este, mediante unas mangueras, inundaba los lastres del "D", el cual se sumergía y luego le soplaba los lastres para salir a superficie.

El presupuesto inicial del D-1 fue de 17.400.000 pesetas de 1932, su coste real fue de 32.500.000 pesetas.

A finales de 1944 se botó el D-2, y su alta en la Armada se demoró hasta mayo de 1951. El D-3 fue botado en 1952 y dado de alta dos años después, por lo que, desde su puesta de quilla, transcurrieron veinte años.

Podían lanzar los tipos de torpedos G7a y G7e de construcción alemana, con un calibre de 533,4 mm y una longitud de 7,163 m.

Los "D" adolecían de una larga serie de defectos, que les relegaban a misiones puramente de escuela. Pero no había otra cosa mejor en aquellos tiempos en la Armada, siendo preciso aprovecharlos en la medida de lo posible. Durante su dilatada construcción se introdujeron algunas modificaciones, como el cañón. Cuando salieron a la mar montaban un cañón Krupp de 88 mm en lugar del Vickers de 120 mm que figuraba en el proyecto.


Modernización

En 1956 y con la ayuda y colaboración de la US Navy, se redactó el Plan de Modernización de la Flota, que tendía, en esencia, a potenciar una serie de unidades anticuadas de la Armada.

En su día se modernizaron varios destructores, fragatas, corbetas y dragaminas, limitándose el número de submarinos a modernizar a dos unidades: D-2 y D-3. El D-1 quedó al margen del programa de modernización, por ser el más antiguo y el que acumuló mayor número de deficiencias.

El 15 de octubre de 1960, el D-3 pasó a manos de la factoría de Cartagena de la empresa nacional Bazán, y unos meses más tarde, el 28 de julio de 1961, fue el D-2 el que atracó en el muelle de la Cabana, quedando a disposición del personal técnico y operario de la empresa constructora naval.

Ingenieros españoles y norteamericanos examinaron detenidamente los buques, estudiaron sus planos y formularon sus propuestas de anteproyectos de modificaciones para sacar el máximo partido posible de aquellos submarinos, con vistas a su posterior empleo como naves de adiestramiento para los buques de superficie que, a su vez, se estaban transformando en unidades antisubmarinas.

El dique flotante "Virgen del Pilar" de la empresa nacional Bazán se encargó de poner en seco a los dos submarinos y devolverlos a las gradas horizontales de la factoría de las que habían salido años atrás. Ya en las mismas, las herramientas del personal del astillero empezaron a desmontar las planchas del casco exterior, cubierta y torreta, manteniendo intacto el casco resistente.

Los trabajos de modernización afectaron especialmente a las líneas de aguas de los cascos, dotándoles de mejores formas hidrodinámicas. La primitiva vela, con su escalón delantero que soportaba la base del cañón, quedó eliminada y en su lugar se montó una nueva, más pequeña y dotada de portillos a proa, a semejanza de los submarinos italianos de la Segunda Guerra Mundial. El cañón de 88 mm fue suprimido, así como los dos tubos lanzatorpedos de popa, conservando tan sólo los cuatro de proa, a los que se modificaron también las escoras.

Factor importante de las obras de reforma practicadas en los dos D fue el dotarles de algunos sensores electrónicos, de los que anteriormente carecían por completo. Recibieron un equipo de radar SJ-1, cuya antena giraba sobre un mástil fijo que emergía de la vela, y un sonar WFA-16, cuyo domo se montó a proa del puente. No se les incluyó el snorkel en estas mejoras, lo que obligó a encasillarlos todavía más en su concepto de submarinos de escuela.

La planta motriz no fue alterada básicamente, pero el cambio del diseño exterior del buque en su conjunto motivó una ligera variación de las velocidades punta, reduciendo hasta los 18 nudos en superficie y aumentando hasta los 10 en inmersión. La redistribución de plantilla para ocupar las nuevas posiciones de radaristas y sonaristas obligó a elevar la dotación a 74 hombres.

Mientras los dos submarinos estaban en obras en Cartagena, apareció la orden ministerial de 15 de junio de 1961 cambiando las numerales de los buques. De tal modo que los D-2 y D-3 pasaron a denominarse S-21 y S-22, respectivamente, y el D-1, que no se modernizó, cambió su numeral por S-11 y se le suprimió la artillería.

Los trabajos se prolongaron por espacio de más de dos años. El 15 de diciembre de 1962, el S-22 fue devuelto a la Armada, y el 15 de abril de 1963 finalizaron en el S-21.

Pero con todos los trabajos efectuados, los dos Serie 20 continuaron siendo malos, defectuosos, ruidosos y hasta peligrosos por su falta de estabilidad transversal.

El 12 de diciembre de 1965, el S-22 recibió en Cartagena la Bandera de Combate donada por su Ayuntamiento.


Ascensor submarino A. Génova

Los submarinos clase D montaron de serie la boya de salvamento A. Génova, que se experimentó con éxito el 14 de septiembre de 1931 a bordo del C-3 y que debe su nombre a su inventor, el Capitán de Corbeta Arturo Génova Torruella.[1]

Este aparato consistía en una gran boya que se alojaba en una esclusa, que se podía comunicar con el mar o con el interior del submarino una vez hecha estanca. La boya iba sujeta al submarino por medio de un cable y poseía unas condiciones de flotabilidad y estabilidad que le permitían estar con seguridad en la superficie.

Su funcionamiento era sencillo: partiendo de la esclusa, la boya permitía la entrada en ella de una persona, que, ya dentro, se cerraba y estaba en condiciones de que abrieran la tapa de la escotilla para comunicar la exclusa con el mar. El cable era largado y la boya ascendía hasta la superficie. El pasajero podía ver el horizonte mediante mirillas de cristal, así como levantar la tapa y lanzar un cohete o señal de humo con el fin de llamar la atención sobre él.

Unidades de la Clase C




Nombre / numeral Puesta de quilla Botado Alta Modernizado Baja causa Observaciones

D-1 > S-11 23-9-1933 1-5-1944 17-3-1947 nunca 3-3-1965 retirado por antiguedad desguesado

D-2 > S-21 19-11-1934 23-5-1951 23-5-1951 10-12-1963 1-4-1971 retirado por antiguadad desguesado

D-3 > S-22 11-12-1934 20-2-1952 20-2-1954 14-3-1963 2-2-1971 Retirado por antigüedad Desguazado

Edited by FLOTILLA SUBMARINA - 12/10/2010, 16:52
 
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view post Posted on 20/9/2010, 17:38     +1   -1
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Muy interesante amigo Pedro.
 
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FS_Enrique
view post Posted on 20/9/2010, 18:08     +1   -1




Que curioso lo de la boya, lo desconocia y tambien que colaboraron con nosotros los americanos :rolleyes:
Gracias Pedro :B):
 
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FS_Elmo
view post Posted on 21/9/2010, 16:26     +1   -1




Graacias por el aporte pedro
 
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view post Posted on 5/11/2010, 22:36     +1   -1
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CAPITULO 18

Submarinos serie GM (General Mola )
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""FUENTE: WIKIPEDIA, LA ENCICLOPEDIA LIBRE""


Archimede
General Mola (GM)

Image extraida del Google image


Perfil submarino Archimede
Historial Regia Marina España
Astillero Tosi, Tarento
Clase Archimede (It)
General Mola (Es)
Tipo Submarino
Autorizado 1931
Puesta en grada 1933
Botado 1937
Asignado Bandera de Italia 1934
Bandera de España 1937
Baja Bandera de Italia 1937
Bandera de España 1958
Destino desguazado
Características generales
Desplazamiento 985 t apc
Desplazamiento en inmersión 1.259 t apc
Eslora 70,5 m
Manga 6,87 m
Calado 4,12 m
Armamento 8 tubos lanzatorpedos de 533 mm
4 en proa y 4 en popa
8 torpedos de reserva
2 cañones de 100/47 mm a proa
4 cañones antiaéreos 13,2 mm a popa de la vela
Propulsión 2 motores diésel Tossi
2 motores eléctricos Marelli
2 hélices
Potencia 3.000 Cv
Potencia en inmersión 1.300 CV
Velocidad 17 nudos
Velocidad en inmersión 8,5 nudos
Autonomía 10.300 mn a 8 nudos en superficie
105 mn a 3 nudos en inmersión
Tripulación 55



General Mola (GM)
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El General Mola, antes conocido como Archimede, fue un submarino perteneciente a la Clase General Mola. Este submarino de construccion italiana era de la clase Archimede "tipo Cavallini" de la Regia Marina, cedido a los sublevados por la Regia Marina.
Contenido


En 1931 se pusieron en grada cuatro submarinos de tipo "Cavallini", pero de mayores dimensiones, mejores prestaciones y mayor armamento. Nombrados Archimede, Torricelli, Ferraris y Galilei e integrantes de la llamada Clase Brin.

El Archimede fue puesto en grada 1931 y botado en 1933, siendo alistado en la Regia Marina en 1934.

El día 11 de septiembre de 1936 se reunen en Cáceres jefes de las marinas alemana, italiana y nacionalista, en dicha reunión se acuerda enviar submarinos de las dos primeras en ayuda de los sublevados bajo su mando operacional, sin embargo, no es hasta el 29 de abril de 1937 cuando se consigue del almirante Somigli, jefe de la Regia Marina, cuando se asignan a tal mision los submarinos Archimede y Torricelli.

El 17 de noviembre de 1936 el submarino Archimede de la Regia Marina Italiana fue cedido por cuatro meses a la Marina sublevada, incluida la dotación, siendo su comandante el Capitán de Corbeta Sergio Lusena, aunque llevando algún oficial español a bordo. Parte de Napoles el 1 de enero de 1937, realizando patrullas en aguas del Mediterráneo con la misión de atacar a todos los buques tanto republicanos como neutrales que llevasen suministros a puertos de la República, regresa a su puerto de partida el 16 del mismo mes.
[editar] En el Bando Nacional

El 20 de abril de 1937 fue transferido definitivamente a la Marina sublevada, identificándose como C5, por orden expresa de Franco, para que pudiera creerse que se trataba del submarino perdido por los republicanos en el golfo de Vizcaya por causas desconocidas, y que había sido reflotado y puesto de nuevo en servicio por los nacionales.

La entrega se hizo junto a la isla de Cabrera a donde llegó con una reducida tripulación italiana, en la que figuraban algunos oficiales españoles que habían sido enviados a Italia para familiarizarse con su manejo. La dotación llegó a bordo de los transportes armados "Mallorca" y "Rey don Jaime" procedentes de Cádiz, donde unas semanas antes se pidieron voluntarios en todos los barcos de la Armada Nacional, dándoles una corta instrucción.

Relevados los marinos italianos, quedaron a bordo once militares italianos. Seguidamente entró en el puerto de Pollensa, donde efectuó maniobras y prácticas durante un período de dos semanas. En agosto empezó a llamarse General Mola.

La primera salida con bandera española comenzó el 13 de mayo de 1937, cuando junto con el General Sanjurjo zarpó hacia el canal de Sicilia donde cumplió misiones de exploración en el canal de Spartivento. A su regreso, logró hundir al transporte Ciudad de Barcelona, motonave de la compañía Trasmediterránea de 3.946 toneladas, junto al cabo de Tordera, cerca de Malgrat, que transportaba voluntarios de las Brigadas Internacionales. Poco después hundió al motovelero Granada, regresando a su base de Sóller.

Su segunda patrulla empezó el 29 de junio dirigiéndose a la costa catalana, donde sorprendió al petrolero Campero, al que averiaron con fuego de artillería, no pudiendo hundirlo ante la aparición de la aviación republicana. El 26 de julio echó a pique cerca de Alicante al mercante Cabo de Palos de la compañía Ibarra, de 6.342 toneladas.

El 21 de agosto inició su tercera patrulla, con la orden de localizar a un hidroavión que había caído al mar. Tan sólo consiguieron recuperar uno de sus flotadores.

Los ataques normalmente se realizaban mediante fuego artillero debido a la escasez de torpedos.

En septiembre efectuó una nueva patrulla y a mediados de octubre se trasladó a Tarento para limpiar fondos y pintar, saliendo del puerto 25 de noviembre.

El 31 de enero de 1938 torpedea y hunde, a menos de 3 millas de Cabo Tiñoso, al Endynuion, un carguero inglés con matrícula de Gibraltar, que era hasta ese momento el navío contrabandista más buscado.

Tras la Guerra Civil

Una vez acabada la guerra se le suprimió la pieza de artillería de popa. Fue dado de baja el 24 de mayo de 1959.
Comandantes del submarino

Capitán de Corbeta Rafael Fernández de Bobadilla 22-4-1937 17-6-1938
Capitán de Corbeta Melchor Ordóñez Mapelli 17-6-1938 8-7-1940
Capitán de Corbeta Luis Huerta de los Ríos 8-7-1940 3-7-1941
Capitán de Corbeta Joaquín Cervera Cervera 3-7-1941 21-7-1942
Capitán de Corbeta Manuel Cervera Cabello 28-7-1942 15-1-1944
Capitán de Corbeta Gonzalo Díaz García 15-1-1944 05-9-1946
Capitán de Corbeta José L. Rodríguez Torres 5-9-1946 29-10-1948
Capitán de Corbeta Luis Arévalo Pelluz 29-10-1948 24-11-1950
Capitán de Corbeta Enrique Rolamdi Gaite 24-11-1950 12-12-1952
Capitán de Corbeta Francisco Javier Elizalde Lainez 12-12-1952 01-09-1954
Capitán de Corbeta Enrique González Romero 1-9-1954 7-9-1956
Capitán de Corbeta Tomás Clavijo Navarro 7-9-1956 10-7-1958
Teniente de Navío Jacinto García Abajo 10-7-1958 24-5-1959
 
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view post Posted on 17/1/2011, 18:24     +1   -1
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CAPITULO 19

SUBMARINO GS, GENERAL SANJURJO ( EL TORRICELLI )
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""FUENTE: WIKIPEDIA, LA ENCICLOPEDIA LIBRE""



IMAGEN EXTRAIDA DEL GOOGLE IMAGE


Submarino General Sanjurjo
Historial Regia Marina España
Astillero Cantieri navali Tosi, Tarento
Clase Archimede (It)
General Mola (Es)
Tipo Submarino
Autorizado 1931
Puesta en grada 1933
Botado 1933
Asignado Bandera de Italia 1934
Bandera de España 1937
Baja Bandera de Italia 1937
Bandera de España 1958
Destino desguazado
Características generales
Desplazamiento 985 t apc
Desplazamiento en inmersión 1.295 t apc
Eslora 70,5 m
Manga 6,87 m
Calado 4,12 m
Armamento 8 tubos lanzatorpedos de 533 mm
4 en proa y 4 en popa
8 torpedos de reserva
2 cañones de 100/47 mm
4 cañones antiaéreos 13,2 mm a popa de la vela
Propulsión 2 motores diésel Tosi
2 motores eléctricos Marelli
2 hélices
Potencia 3.000 CV
Potencia en inmersión 1.300 CV
Velocidad 17 nudos
Velocidad en inmersión 8,5 nudos
Autonomía 10.300 mn a 8 nudos en superficie
105 mn a 3 nudos en inmersión
Tripulación 55

El General Sanjurjo, conocido anteriormente como Torricelli, fue un submarino perteneciente a la Clase General Mola. Estos submarinos oceánicos pertenecían a la clase Archimede de la Regia Marina, cedidos a los sublevados en 1937 durante la Guerra Civil Española.

Contenido

En la Regia Marina

El Torricelli fue puesto en grada 1931 y botado en 1933, siendo alistado en la Regia Marina en 1934.

El 17 de noviembre de 1936, el submarino Torricelli de la Regia Marina Italiana fue cedido por cuatro meses a la Marina Nacional, incluida la dotación, aunque llevaba algún oficial español a bordo. Zarpó del puerto de La Magdalena con rumbo a aguas de Cartagena, con la misión de atacar a todos los buques tanto republicanos como neutrales que llevasen suministros a puertos de la República.

El 22 de noviembre de 1936 y al mando del Capitán de Corbeta Giuseppe Marcello Zarpellon, torpedeó al Crucero Miguel de Cervantes cerca de Cartagena, que a pesar de resultar con importantes daños, pudo arribar por sus propios medios a Cartagena para su reparación.

En febrero de 1937 bombardeó el puerto y los depósitos de CAMPSA de Barcelona.

En el Bando Nacional

El 20 de abril de 1937 fue transferido definitivamente a la Marina Nacional, identificándose como C3 por orden expresa de Franco, para que pudiera creerse que se trataba del submarino perdido por los republicanos, frente a las costas de Málaga, y que había sido reflotado y puesto de nuevo en servicio por los sublevados.

La entrega se hizo junto a la isla de Cabrera a donde llega con una tripulación italiana reducida, en la que figuraban algunos oficiales españoles que habían sido enviados a Italia para familiarizarse con su manejo. La dotación española llegó a bordo de los transportes armados "Mallorca" y "Jaime I" procedentes de Cádiz, donde unas semanas antes se pidieron voluntarios en todos los barcos de la Armada Nacional, dándoles una corta instrucción y nombrando comandante al Capitán de Corbeta Pablo Suances Jaúdenes.

Relevados los marinos italianos, excepto once que quedaron a bordo para instruir a la dotación, entró en el puerto de Pollensa, donde realizó maniobras y prácticas durante un período de dos semanas. En el mes de agosto se le puso el nombre de "General Sanjurjo".

La primera salida con bandera española la efectuó el 13 de mayo de 1937, cuando junto con el General Mola zarpó hacia el canal de Sicilia, donde realizaron misiones de exploración en el canal de Spartivento. A su regreso, lograron hundir al transporte Ciudad de Barcelona, motonave de la compañía Transmediterránea de 3.946 toneladas, junto al cabo de Tordera, cerca de Malgrat, que transportaba voluntarios de las Brigadas Internacionales. Poco después echaron a pique al motovelero Granada, regresando a su base de Sóller.

La segunda patrulla comenzó el 29 de junio, dirigiéndose a la costa catalana, donde sorprendieron al petrolero Campero, al que averiaron con fuego de artillería, no logrando hundirlo ante la aparición la aviación republicana.

El 26 de julio hundieron cerca de Alicante al mercante Cabo de Palos de la compañía Ibarra, de 6.342 toneladas.

El 21 de agosto iniciaron su tercer viaje, con la orden de localizar a un hidroavión que había caído al mar, sin poder encontrarlo, pero el submarino General Mola recuperó uno de sus flotadores. El 30 de agosto atacó con fuego de artillería al transporte Ciutat de Reus, a unas 20 millas de Cette, pero el barco logró huir y refugiarse en aguas francesas. Los ataques normalmente se realizaban con fuego de artillería ante la escasez de torpedos.

Tras la Guerra Civil

Una vez acabada la guerra se le suprimió la pieza de artillería de popa.

El 7 de febrero de 1943 navegaba en servicio de salvamento cuando fue atacado por el submarino británico HMS Torbay a 55 millas al este de Cartagena al ser confundido con un submarino italiano.

La Armada ordenó pintar de blanco la obra muerta de sus submarinos a raíz de este incidente, facilitando así su identificación como neutrales.

Realizó su último viaje a Alicante el 27 de abril de 1959, siendo dado de baja en la Armada Española el 14 de julio de 1959.


Comandantes del submarino:

Capitán de Corbeta Pablo Suances Jaudenes 19-4-1937 12-4-1938
Capitán de Corbeta Francisco Núñez Rodríguez 14-10-1938 2-7-1940
Capitán de Corbeta Emilio Rodríguez Lizón 2-7-1940 21-7-1942
Capitán de Corbeta José Luis Pérez Cela 21-7-1942 31-10-1944
Capitán de Corbeta Francisco Núñez de Olañeta 31-10-1944 30-4-1947
Capitán de Corbeta Francisco J. de Elizalde Lainez 30-4-1947 4-2-1949
Capitán de Corbeta Jaime Gómez-Pablos Duarte 30-9-1951 04-5-1955
Capitán de Corbeta Antonio Senac Calderón 04-5-1955 14-7-1959
 
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FS_Elmo
view post Posted on 17/1/2011, 19:01     +1   -1




Gracias por continuar este mega post tan interesante.Saludos
 
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view post Posted on 6/3/2011, 13:07     +1   -1
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CAPÍTULO 20

SUBMARINOS CLASE :SERIE "G"
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""EXTRAIDO DEL. ARMA SUBMARINA ESPAÑOLA"", ENLACE: http://perso.wanadoo.es/pfcurto/



""FOTO DEL GOOGLE IMAGE ""



G-1 18-05-1953 - - -
G-2 - - - -
G-3 - - - -
G-4 - - - -
G-5 - - - -
G-6 - - - -
G-7 1940 17-04-1941 15-11-1947 02-05-1970

CARACTERISTICAS

ASTILLEROS: DEL "G-1" AL "G-6", I.N.C.N.M. DE CARTAGENA
"G-7", ASTILLEROS BLOHM & VOSS DE HAMBURGO
DESPLAZAMIENTO: 769 TONELADAS EN SUPERFICIE.
871 TONELADAS EN INMERSION
DIMENSIONES: ESLORA 66,50 METROS.
MANGA: 6,18 METROS.
PUNTAL: 4,72 METROS
MOTORES: 2 MOTORES DIESEL MAN "Germamania Weft" DE 1.400 CV.
2 MOTORES ELECTRICOS DE 375 CV
Nº DE EJES: 2 EJES 2.800 bhp/750 shp.
VELOCIDAD: 16.5 NUDOS EN SUPERFICIE.
7.5 NUDOS EN INMERSION
COTA MAXIMA: 100 METROS
AUTONOMIA: 6.500 MILLAS A 12 NUDOS EN SUPERFICIE.
9.000 MILLAS A 10 NUDOS EN SUPERFICIE.
90 MILLAS A 4 NUDOS EN INMERSION
COMBUSTIBLE: 113 TONELADAS DE GASOLEO
ARMAMENTO: 5 TUBOS LANZATORPEDOS DE 533 mm. 4 EN PROA Y 1 EN POPA
14 TORPEDOS DE RESERVA, TIPOS G-7A Y G-7E
1 CAÑON DE 88/45 mm. RHEINMETALL BORSIG
1 AMETRALLADORA ANTIAEREA DE 20 mm
DOTACION: 44/46/54 HOMBRES
PRECIO: EL COSTE DEL "G-7" FUE DE 4 MILLONES DE MARCOS DE 1940.
EL COSTE DEL "G-1" AL "G-6" FUE DE 180 MILLONES DE PESETAS

INTRODUCCION

Dentro de la extensa y en muchas ocasiones, apasionante historia del Arma Submarina española, existen numerosos episodios escasamente conocidos, entre ellos los referentes a los proyectos de submarinos que, por diversas circunstancias, no han llegado a plasmarse en realidades concretas. En este sentido se enmarca el referido a los buques de la denominada clase "G", objeto de un notable esfuerzo en los años de nuestra posguerra civil por parte de la industria nacional de Construcciones Navales Militares que, desgraciadamente, no llegó a dar los frutos deseados, pese a los importantes trabajos e inversiones efectuadas.

ELECCION DEL TIPO "VII" ALEMAN
PARA SU CONSTRUCCION EN ESPAÑA

En los meses inmediatos al final de la guerra civil de 1936-39 y con el rearme alemán como telón de fondo, el recién creado Consejo Ordenador de las Construcciones Navales, comenzó a realizar gestiones en Alemania e Italia con vistas a la ejecución del gran programa naval aprobado por Ley de 8 de 8 de septiembre de 1939, a la que denominaremos en adelante como Ley de Flota y que, entre otros buques, incluía la construcción de nada menos que cincuenta submarinos. Pero el comienzo ese mismo mes de septiembre de la segunda guerra mundial daría poco a poco al traste con los proyectos de reconstrucción de la Armada española.

Fruto de las gestiones mencionadas fue la venida a nuestro país, entre finales de 1939 y primeros del año siguiente, de varios oficiales y técnicos navales alemanes, invitados por nuestras autoridades para que elaborasen informes sobre la ayuda técnica germana a suministrar a nuestros astilleros, aunque alguno de estos hombres traía otras instrucciones: observar detalladamente la capacidad industrial española y ver en qué medida podría ésta complementar a la economía de guerra alemana en su esfuerzo bélico naval.

Desafortunadamente para el país germano, pronto pudieron comprobar sus agentes que los daños ocasionados por la reciente contienda civil en nuestra nación eran de una magnitud muy superior a lo que se pensaba, encontrándose un país que comenzaba a reconstruirse lentamente, en medio de enormes destrozos materiales y de las mucho más graves heridas internas que toda lucha de este tipo provoca.

A la vista de la imposibilidad de construir submarinos en España, en un plazo de tiempo razonable para que pudiesen ser útiles durante la previsible duración del conflicto mundial (algo que en mayo de 1940, con la caída de Francia, se veía ya por los alemanes como cuestión de poco tiempo), la Kriegsmarine perdió todo interés en facilitar ayuda y colaboración técnica a la Armada española.

Pese a todo, se siguió insistiendo y gracias a la intervención personal del almirante Raeder, por entonces jefe supremo de la Kriegsmarine, se obtuvieron finalmente de éste las facilidades necesarias para la construcción de submarinos de diseño y tecnología germanos en nuestros astilleros.

En mayo de 1940 se recibió una invitación personal de Raeder al director de construcciones de la Armada, coronel de ingenieros navales don Juan Antonio Suanzes Fernández, para la realización de un viaje de estudios a Alemania a fin de informarse sobre el terreno de la construcción de submarinos.

El resultado de dicha invitación fue el envío de una comisión especial en el mes de junio siguiente, compuesta por diversos oficiales y técnicos de la Dirección de Industrias y Construcciones Navales Militares (DIC) y del Consejo Ordenador, que recorrió exhaustivamente la industria naval alemana y recopiló gran cantidad de información, no sólo sobre submarinos, sino también respecto de otros muchos tipos de buques, algunos de los cuales se terminarían construyendo en nuestro país durante los años cuarenta y cincuenta (dragaminas tipo "M-1940" y lanchas rápidas torpederas clase "S-38"). Los alemanes dieron grandes facilidades a esta comisión, pidiendo a su vez que las contraprestaciones españolas por su aportación técnica se plasmasen en el suministro de materias primas (estaño, cobre, bronce al manganeso, etc.), tan necesarias para el esfuerzo de guerra alemán.

Poco después de la vuelta de la comisión, el 10 de julio, la DIC enviaba al ministro de Marina, contralmirante don Salvador Moreno Fernández, un largo y detallado informe sobre los submarinos del tipo "VII", modelo o variante "C", por entonces en construcción en masa y que formaron la mayor parte de la fuerza submarina germana durante la segunda guerra mundial, acompañado de datos, características de construcción y posibilidades de reproducción en nuestros astilleros.

El Almirantazgo alemán y los astilleros Germania Weft dieron cifras y condiciones económicas para la adquisición de planos y licencias de fabricación para su construcción en España, bastante satisfactorias en opinión de la comisión, lo que unido a otras características técnicas que permitirían dar un importante avance a nuestra tecnología, como por ejemplo intensivo de la soldadura, hacían que la DIC recomendase su construcción.

El informe que acompañaba la documentación no dejaba tampoco de mostrar una cierta admiración por lo alemán, sin duda una nota característica en muchos españoles de la época.

Veamos algunos párrafos de este informe:...Si se comparan estas características con las remitidas con anterioridad (proyectos italianos), puede apreciarse que existe una coincidencia extraordinaria con uno de los derivados del tipo "Perla", en idéntico desplazamiento. Probablemente los italianos han desarrollado este proyecto con conocimiento del buque alemán. Aunque este tipo se esté construyendo en Italia, es preciso admitir que la experiencia y el rendimiento alemán es único en este aspecto. ...La construcción es enteramente soldada, con gran control de ésta. Esto supondría que de aplicar en España el sistema, exigiría un gran esfuerzo y reorganización, por lo que es absolutamente necesario producir un salto en nuestra técnica y nada mejor que hacerlo en colaboración con Alemania.

En efecto, estos buques significaban un enorme avance cualitativo sobre los submarinos construidos hasta entonces en España, incluyendo las tres unidades de la clase "D", cuyas obras se habían reemprendido en Cartagena a comienzos de 1940 y que aún no habían comenzado a mostrar las limitaciones y defectos de su proyecto, motivo del pobre resultado que darían años más tarde.

En la documentación aportada al ministro, estos submarinos alemanes son ya llamados tipo "G". Sin que exista constancia de quién o cómo se acuñó tal denominación, significando posiblemente la letra G la palabra "germano", ya que no puede explicarse por seguir la designación de tipos habitual en la Armada española, puesto que entonces deberían haberse denominado como tipo o clase "E" (el submarino "E-1" de 1929-32 no formó nunca parte de nuestra Armada y los dos "General" de procedencia italiana tampoco recibieron designación alguna de tipo).

Sea como fuere, lo cierto es que una semana más tarde, el 17 de julio, una junta especial del Estado Mayor de la Armada encontraba el proyecto conforme con las necesidades españolas y recomendaba su construcción, sin necesidad de proponer modificación alguna a sus características.

Inmediatamente se procedió a elaborar los estudios concretos para su realización, desde los estrictamente técnicos a la elaboración de presupuestos, pasando por la traducción de los planos alemanes, al tiempo que se entablaban los primeros contactos con diversas firmas alemanas para el suministro de determinados materiales y componentes de difícil o imposible obtención en España.

Hay que reseñar que los planes del EMA contemplaban la realización de diez unidades, pero la adecuación a las disponibilidades financieras, así como la capacidad de la factoría de Cartagena, hicieron que se trabajase sobre el supuesto de una primera serie de seis buques. A finales de noviembre la Krupp Germania Werft remitió los proyectos de contrato para la venta del modelo VIIC y de colaboración para su realización en España, con el visto bueno del Almirantazgo alemán, que recomendaba a su vez el mayor secreto posible sobre todo este asunto.

En tanto que este proyecto de contrato era informado por los organismos asesores de la Armada, el Consejo Ordenador redactó los presupuestos correspondientes, arrojando un precio de 22.150.000 pesetas cada submarino totalmente equipado y con su cargo completo de torpedos. En julio de 1941 el Consejo remitió a la Armada el proyecto completo de los submarinos, denominado a efectos internos como proyecto Nº 16, aprobándose también en dicho mes el proyecto de contrato con leves modificaciones sobre el original aunque, al ser necesario para su entrada en vigor el consentimiento y aprobación previa de los gobiernos español y alemán, la autorización de la construcción de los submarinos sufrió algunos retrasos más, agravados por el habitual papeleo burocrático y también, en parte, por la tramitación paralela de la primera serie de cuatro cañoneros de la luego llamada clase "Pizarro".

Finalmente, el Consejo de Ministros, a propuesta del Ministro de Marina, aprobó el 25 de septiembre de 1941 un decreto reservado por el cual se autorizaba la construcción por el Consejo Ordenador de seis submarinos del tipo "G" con un gasto de 118.533.660 pesetas sin incluir los torpedos, a repartir en cuatro anualidades con cargo al presupuesto extraordinario consignado en la Ley de Flota de septiembre de 1939. La orden de ejecución se dio seguidamente, el 10 de octubre (el 15 según otras versiones), adjudicándose lógicamente los trabajos a la factoría de Cartagena, que les asignó los números de obra 72 a 77, previéndose la entrega del primer submarino a finales de 1944 y los cinco restantes al año siguiente si todo se desarrollaba de acuerdo con las previsiones, aunque, como luego veremos, éstas nunca se cumplieron.

DESCRIPCION DE LOS SUBMARINOS TIPO VII-C

Este modelo de Submarinos correspondía operativamente al tipo oceánico de gran autonomía, siendo de casco simple con lastres externos y su construcción enteramente soldada en aceros especiales de alto límite de resistencia.

El casco resistente tenia forma cilíndrica con diámetro máximo de 4,70 metros y cuadernas espaciadas a 60 centímetros, rematado en ambos extremos por piezas semiesféricas y fundidas, perforadas para el paso de los tubos lanzatorpedos. Su interior estaba dividido en seis compartimentos estancos principales, cámara de torpedos de proa, baterías proa, cámara de mando (en un segundo nivel estaba los pocetos de los periscopios y compartimento de equipos auxiliares), baterías popa, cámara diesel, y cámara motores eléctricos, en la que en un segundo nivel estaba el tubo lanzatorpedos de popa. Los alojamientos se encontraban en las cámaras de baterías al encontrarse estas en un segundo nivel.

Envolviendo el casco resistente se encontraba el casco de libre circulación, diseñado para la navegación en superficie. La roda era bastante inclinada y estaba provista de una pieza cortarredes, y en la parte baja otra pieza de ayuda a la penetración a través de defensas y redes antisubmarinas. En la parte baja de la roda se encontraba el equipo hidrofónico compuesto por 48 elementos. El rasgo externo más destacable eran los dos grandes lastres longitudinales, que se extendían por casi la mitad de la eslora. Otro rasgo del modelo VIIC era la instalación de un lastre fijo y sólido de 30 toneladas.

Los motores eran dos diesel MAN de cuatro tiempos y seis cilindros reversibles, su potencia máxima unitaria en régimen sostenido era de 1.400 caballos con las hélices girando a 470 revoluciones, pudiendo elevarse hasta los 1.500 durante un período máximo diario de dos horas, siendo el régimen de giro de las hélices a potencia máxima de unas 480 revoluciones.

Los motores eléctricos, actuaban además como generadores, siendo la potencia máxima unitaria de unos 375 caballos.

La batería de acumuladores era del modelo 33 MAL 800W y estaba formada por dos grupos de 62 elementos cada uno.

La maniobrabilidad estaba asegurada por dos timones verticales y cuatro timones horizontales, dispuestos por parejas dos a proa y dos a popa, todos ellos sumergidos y sin abatimiento.

La capacidad normal de combustible era de 62 toneladas de gasóleo, en dos tanques dentro del casco resistente, incrementada en sobrecarga a un máximo de 113 toneladas, al utilizar los lastres externos como depósitos, permitiendo así una autonomía de 9.000millas en superficie y a una velocidad de 10 nudos, mientras la misma en inmersión queda reducida a 90 millas 4 nudos.

La cota operativa era de 100 metros, mientras la cota máxima teórica de colapso se situaba entre los 240 y 260 metros. El tiempo que se tardaba en efectuar la inmersión rápida se situaba en torno a los 30 segundos. A bordo había 12 botellas, seis dentro del casco resistente y seis fuera, de aire comprimido con una capacidad de 3,8 m; a 205 atmósferas. Los lastres eran 5, de ellos 4 exteriores y con una capacidad conjunta de 155m; lo que suponía una reserva de flotabilidad del 21,80 por 100 con desplazamiento normal o 20,37 a plena carga.

Entre los múltiples equipos auxiliares instalados a bordo se pueden citar dos boyas de salvamento con teléfono, aguja giroscópica, ecosonda, corredera eléctrica, equipo hidrofónico de escucha, telegrafía submarina, evaporador y refrigerador eléctricos, cabrestante, dirección de tiro de torpedos tipo almirantazgo alemán etc. Las principales máquinas auxiliares eran un par de compresores a 205 atmósferas (uno de 6,1 litros de capacidad y otro de 10) y varias bombas, una centrífuga de 75m;/hora a 15 metros o 30 m;/hora a 115 metros. El equipo de periscopios estaba compuesto por dos, uno en torreta de ocular fijo y otro normal, sin giróscopos y con línea fija de la aguja tipo Zeiss, alzándose el periscopio de ataque a una cota máxima de 12,40 metros sobre la línea de flotación.

El armamento principal consistía en cinco tubos lanzatorpedos de 533 mm de calibre, dispuestos cuatro a proa y uno a popa, con una longitud de unos 7,70 metros y dotados de un mecanismo de disparo del tipo de pistón sin burbuja. Los torpedos se embarcaban en número normal de 10 armas, pudiendo llevarse hasta 14 gracias a su estiba en compartimentos habilitados al efecto entre los cascos de libre flotación y resistente.

El armamento artillero se centraba en un cañón de 88 mm y 45 calibres, provisto con 200 proyectiles, situado sobre un afuste de pedestal a proa de la torreta y disponiendo de un amplio campo de tiro y una ametralladora antiaérea de 20mm con una provisión de 1.500 disparos, situada sobre un pequeño balconcillo en la parte posterior de la torreta.

Durante la segunda guerra mundial la vigilancia aérea aliada se fue incrementando gradualmente hasta llegar a abarcar la totalidad del Atlántico Norte, por lo que los submarinos alemanes de todos los tipos hubieron de ir aumentando también su artillería antiaérea. En el caso de los tipo VII, se tradujo en la remoción del cañón de 88mm utilizado principalmente en cometidos antibuque y la instalación en la torreta de un número cada vez mayor de cañones de 37 y 20 mm, en montajes sencillos, dobles e incluso cuádruples en el caso del calibre anterior.

La dotación la formaban de 44 a 46 hombres, de ellos cuatro oficiales, siendo los alojamientos muy espartanos y utilizándose el principio de "cama caliente", ya que los requerimientos operativos de autonomía, armamento y tiempo de patrulla habían primado en el diseño sobre las consideraciones de comodidad para sus tripulantes. Estos podían reducirse en misiones en tiempo de paz a unos 36 hombres, disponiéndose de una capacidad de víveres en despensa suficientes para unos 56 días de patrulla, en tanto que los depósitos de agua potable contenían 4.500 litros del vital elemento.

La relación de pesos según el reparto normal de los mismos en Alemania era la siguiente (en Tm): Casco 309. Maquinaria principal 167. Maquinaria auxiliar 45,8. Armamento 51,9. Combustible 113. Cargos adicionales 44,3. Lastre fijo 30. Total 761 Toneladas.

El precio de estos submarinos a comienzos de 1940 sin incluir armamento, torpedos, tubos lanzatorpedos, periscopios y aparatos especiales, oscilaba entre 3 y 3,5 millones de marcos y totalmente equipados 4 millones, unos 15,5 millones de pesetas de la época.

INICIO DE LA CONSTRUCCION DE LA CLASE "G"

El acuerdo alcanzado con Alemania para la construcción de los submarinos tipo
"VII C" en España preveía la aportación por la industria germana de la mayor parte de los materiales destinados a los cuatro primeros buques, en tanto que la pareja restante y las series que posteriormente aprobase la Armada se construirían con materiales de fabricación nacional, realizados con las correspondientes licencias y patentes transferidas a nuestra industria sobre la base de dicho acuerdo.

Posteriormente se amplió el mismo, de modo que Alemania proporcionase materiales para la reparación del submarino "G-7" (ex "U-573"), también perteneciente al tipo VII C, internado en Cartagena en mayo de 1942 y transferido a la Armada española a los pocos meses.

Con objeto de acelerar la marcha de las obras, durante 1942-44 se desplazaron a Cartagena unos pocos técnicos navales alemanes, en tanto que el Consejo Ordenador envió algún personal a realizar curso y prácticas en Alemania.

Pero lo cierto es que los materiales concertados para los cuatro primeros submarinos no acababan de llegar a nuestro país y ello no sólo debido a las mayores necesidades alemanas de unidades submarinas ante el alargamiento de la guerra, sino que en alguna medida el retraso o imposibilidad de que el material llegase obedeció también al lento trámite burocrático hispano-alemán, agravado a su vez por la enorme lentitud en la concesión de los oportunos permisos de importación por las autoridades españolas, situación poco menos que obligada por la crónica escasez de divisas y que llegó a originar varias protestas de las fábricas alemanas y hacer temer a nuestras autoridades navales la total paralización de la construcción de los buques.

Esta gran dificultad en obtener los permisos de importación, que debía conceder el Ministerio de Comercio, se prolongó prácticamente hasta comienzos de los años sesenta, siendo una de las muestras más palpables de la difícil situación económica por la que atravesó nuestra nación en los años de la posguerra y que tanto afectaría a la construcción de los buques de guerra aprobados a comienzos de los cuarenta.

Durante el año1942 prácticamente no se pudo hacer nada en los submarinos, aparte de encargar elementos menores y continuar traduciendo los planos que llegaban de Alemania. En cambio, se fue fijando la distribución de los pedidos a la industria nacional para la construcción del material complementario alemán de los cuatro primeros buques, así como se comenzaron las gestiones para obtener el acero especial necesario para los dos últimos submarinos, los "G-5" y "G-6", que se construirían como segunda fase de la serie "G".

En definitiva se adjudicó la construcción de los motores diesel principales a la propia factoría de Cartagena, los motores eléctricos a la Compañía Nacional de Maquinaria Eléctrica S.A. (CENEMESA), las baterías de acumuladores a Tudor, las grandes piezas de fundición a la fábrica de Reinosa de la Sociedad Española de Construcción Naval (SECN) y los aceros especiales necesarios a Altos Hornos de Vizcaya. Los torpedos se comprarían en Alemania, aunque la construcción de los tubos lanzatorpedos se encomendó también al astillero de Cartagena.

De los materiales a recibir de Alemania llegaron en la segunda mitad de 1943 la mayor parte de las cuadernas, así como grandes mamparos, pero los aceros de alto límite de resistencia de los forros de los cascos, encargados finalmente en febrero del 43, quedaron en poco menos que nada, situación agravada a partir de marzo de 1944 al cesar los suministros por decisión del Alto Mando alemán y quedando éstos definitivamente cancelados tras el crucial desembarco de los Aliados en Normandía (junio 1944).

Si a ello añadimos que la siderurgia española era incapaz por aquel entonces de suministrar los aceros especiales especificados en el proyecto de los submarinos, se comprende que a primeros de 1945 las obras en los "G" quedasen prácticamente paralizadas, reduciéndose lo construido desde 1942 al arrollado de cuadernas y perfiles, dos proas del forro exterior y dos quillas, habiéndose recibido y almacenado diversas piezas fundidas (codastes, timones, etc.), así como gran cantidad de aparatos y equipos de los distintos servicios de los buques.

EL PROYECTO MODIFICADO "G"

Desgraciadamente no fue posible suplir que en España no se fabricaran aceros especiales, ya que la nueva situación política internacional con respecto a España tras el final de la contienda mundial imposibilitada totalmente la adquisición en el extranjero del acero 52 de alto límite elástico, imprescindible para los cascos de los submarinos.

Ante ello, el Consejo Ordenador procedió a elaborar durante 1946 una modificación al proyecto original de los "G", consistente en la sustitución de dichos aceros especiales por acero dulce corriente de construcción naval, por lo que para mantener el mismo índice de resistencia estructural se tuvieron que aumentar los espesores de las planchas, con el consiguiente incremento de pesos, lo que a su vez obligó a aumentar el desplazamiento y las dimensiones del casco.

El nuevo casco resistente de acero dulce se calculó para 170 metros de profundidad de colapso y 100 de resistencia en pruebas. Se mantenía el mismo diámetro, perfil, cuadernas y sistema estructural del proyecto inicial, pero se incrementaba la eslora en unos dos metros y medio al introducir cuatro cuadernas más, a fin de absorber el incremento de desplazamiento a consecuencia del aumento de pesos por el mayor espesor del casco.

La disposición general, maquinaria principal, auxiliar y armamento, se mantenían iguales. Otra modificación contemplada era aumentar en 7,5 toneladas el lastre fijo en la quilla con objeto de mejorar la estabilidad, tanto en inmersión como en superficie. También se incluían el mando a distancia de los motores eléctricos de propulsión, que en el diseño "G" original sólo se manejaban desde la cámara de máquinas.

Se preveía como consecuencia de las modificaciones una disminución de la velocidad en inmersión, mientras que en superficie se mantendría igual o incluso mejoraría, al aumentar ligeramente la relación eslora a manga.

Una solución más drástica de emergencia, como hubiese sido la utilización del llamado acero de calidad D, empleado para cruceros y destructores, tuvo que ser desechada, dado que este acero no resultaba perfectamente soldable, y las especiales características de las cuadernas y perfiles suministrados por los alemanes (proyectados para construcción enteramente soldada), impedían ir a una solución de estructura remachada que, además, hubiese supuesto un aumento de peso y dimensiones que habría obligado necesariamente al estudio de un nuevo proyecto.

Así, pues, la solución propuesta por el Consejo Ordenador era una intermedia, que modificaba escasamente el proyecto original y pretendía hacer uso de los materiales que la industria nacional podía ofrecer, pero, como veremos a continuación, esta segunda fase de la construcción de los submarinos clase "G" tampoco daría los resultados deseados.

El proyecto de modificación, conocido como "G", fue presentado a la Armada el 5 de diciembre de 1946, siendo debatido intensamente durante los años siguientes por el EMA y los diversos estamentos técnicos navales, así como por la recién nacida Empresa Nacional Bazán de Construcciones Navales Militares S.A., heredera de la labor realizada por el Consejo Ordenador en los duros años de la posguerra, de 1939 a 1947.

Sin esperar a la aprobación oficial del proyecto modificado, se realizaron los encargos del acero para los seis buques a Altos Hornos de Vizcaya en abril de 1947, aunque diversas dificultades impidieron que hasta 1952 se pudiese disponer de lo solicitado y aún así, tan sólo para emprender la construcción de un único submarino.

Entretanto, en la tramitación del proyecto, previa a la aprobación por la Armada, se fueron introduciendo retoques y modificaciones, tales como la instalación del aparato de salvamento "Génova", aprovechando parte del espacio interior ganado al aumentar las dimensiones del casco y la adopción de una batería de acumuladores tipo 30MAS800/5 en tiempo de paz, de igual peso y dimensiones que la 36 MAL 800 prevista en caso de guerra, pero de mayor duración y algo menor capacidad.

Se desistió de considerar la introducción de un mástil de alimentación para los motores diesel o snorkel, ante las dificultades técnicas planteadas, aunque la Bazán siguió haciendo experimentaciones en este campo. Finalmente y tras un larguísimo debate, el 1 de febrero de 1949 el ministro de Marina, almirante Francisco Regalado Rodríguez, aprobaba continuar la construcción de sólo cuatro submarinos según el proyecto modificado "G", quedando por tanto cancelados los "G-5" y "G-6", buques éstos en los que de hecho nunca se llegó a trabajar.

Por aquellas fechas las cantidades invertidas en la construcción de los submarinos "G" ascendían a 29.456.163,97 pesetas.

Hay que hacer constar que hubo diversas opiniones contrarias a proseguir con las obras de estos buques, e incluso sus partidarios reconocían que estaban ya anticuados, pero siguieron adelante porque no había información para construir otros más modernos, se habían invertido importantes cantidades y estaban encargados y en construcción sus motores y cascos, pudiendo además servir como buques de adiestramiento, pero sobre todo, se continuaron por no desconectar la organización y el ambiente submarinista de la construcción de submarinos. Como vemos, el corazón se impuso esta vez sobre la razón.

Pese a la decisión de continuar los trabajos en sólo cuatro buques, los "G-1" a
"G-4", comunicada a la Empresa Nacional Bazán el 16 de marzo de 1949, ya hemos visto que la industria nacional ni siquiera pudo suministrar los materiales para el proyecto modificado, aun utilizando aceros de inferior calidad. Con lo poco que se recibió hasta finales de 1952 tan sólo había material para un buque, así que únicamente se recomenzaron los trabajos en el "G-1", cuya ceremonia oficial de puesta de quilla tuvo lugar el 18 de mayo de 1953 en la grada horizontal nº 1.

Entretanto, la mejoría de la coyuntura internacional permitió que los aceros nunca suministrados por la industria nacional pudieran volver a ser sustituidos por los originalmente especificados, pudiéndose hacer así en junio de 1953 un pedido a Alemania de Acero 52 para los tres submarinos restantes, "G-2","G-3" y "G-4", llegando a España a finales de ese mismo año.

Así, pues, se volvía al proyecto original número 16, en tanto que el "G-1" se estaba construyendo con acero nacional sobre la base del proyecto modificado "G", aprobado en 1949. Pero, en el colmo de las desdichas, el acero autónomo para este último buque resultó de tan mala soldabilidad que en 1954 se desistió de su utilización, tras largas pruebas y el informe negativo del Instituto Nacional de la Soldadura, no quedando más remedio que hacer otro pedido a Alemania, en mayo de dicho año, de acero especial en sustitución del nacional defectuoso, que se desmontó de la quilla, cuadernas y mamparos del acero original alemán para que este último pudiera ser reaprovechado.

INTENTOS DE MODERNIZACION EN BASE
A LA AYUDA AMERICANA

Con la nueva puesta en quilla del primer buque a finales de 1954 y la disponibilidad por la factoría de Cartagena de acero para los cuatro submarinos, así como grandes cantidades de equipos y elementos auxiliares recibidos y almacenados durante los años anteriores, las obras finalmente comenzaron a llevar un buen ritmo. Pero no podemos olvidar que los Convenios firmados con los Estados Unidos de América en septiembre de 1953 iban a marcar el nuevo camino a seguir por nuestras construcciones navales durante los próximos años.

La gestación del denominado Programa de Modernización de Buques de la Armada afectó lógicamente a las obras en los ya anticuados "G", quedando éstas paradas a finales de 1955, en tanto que el EMA marcaba las normas a seguir para la modernización de su proyecto, según acuerdo tomado el 5 de noviembre de dicho año: supresión del armamento de superficie, modificación sustancial de las formas hidrodinámicas para tratar de mejorar la velocidad y la autonomía en inmersión, mejora de la habitabilidad, posibilidad de reducir el tanque de lastre número 3 y posible supresión o afinado de la torreta, revisión de cargos, elementos individuales de seguridad y salvamento, así como la posibilidad de reducir vibraciones y pesos en general.

El anteproyecto de modernización comenzó a ser elaborado conjuntamente por Bazán y la DIC, al tiempo que se pedía la asistencia técnica de la Marina de los EE.UU., quedando de hecho subordinada cualquier decisión sobre el futuro de los submarinos "G" al tipo de ayuda que los Estados Unidos decidieran conceder. Esta asistencia técnica solicitada se concretaba en el estudio del proyecto con vistas a instalar nuevos equipos modernos (incluyendo snorkel y torpedos con cabeza buscadora acústica), nuevas formas hidrodinámicas de las superestructuras, reducción de ruidos, posibilidad de instalar baterías de gran capacidad que pudiesen construirse en España y ayuda para la supervisión general del proyecto.

Sin duda que los marinos norteamericanos debieron quedar sorprendidos de la propuesta española de revisión de un proyecto de submarinos de finales de los años treinta que, aunque famoso en su día y protagonista destacado en la segunda guerra mundial, había quedado totalmente anticuado ante los enormes avances tecnológicos acaecidos en la posguerra. En concreto, en el caso de los submarinos, la entrada en servicio del revolucionario "Nautilus" en abril de 1955 supuso la introducción operacional de la propulsión nuclear que conllevaba una autonomía prácticamente ilimitada aunada con grandes velocidades en inmersión: el verdadero submarino había aparecido, en contraposición con el buque sumergible existente hasta entonces.

CANCELACION DEFINITIVA DEL PROYECTO

Volviendo a nuestros buques, el anteproyecto de modernización fue cobrando forma poco a poco aunque sin excesiva convicción, ya que la esperada transferencia de submarinos norteamericanos modernizados (tipos GUPPY o fleet snorkel) y la concreción de los planes de modernización de dos unidades de la clase "D", los"D-2" y "D-3", absorbían toda la atención de nuestra Marina en el área submarina.

Pese a todo, el deseo de seguir adelante con la construcción de los "G" continuó en la mente de algunos marinos, si no para obtener unidades modernas y veloces, sí al menos para dar utilidad a los muchos millones invertidos hasta la fecha y servir para el adiestramiento de las dotaciones en el manejo de los modernos equipos de combate. Tras muchas discusiones y peticiones de opinión a los diversos estamentos y organismos de la Armada, el EMA llegó por último a la conclusión más lógica y sensata, la de cancelar la construcción de los "G-1" a "G-4", decisión concretada en un decreto aprobado por el Consejo de Ministros celebrado el 20 de octubre de 1961.

En 1962 se intentó aprovechar parte de los materiales de los submarinos clase "G", sobre todo los motores diesel principales, para la construcción de nuevos guardacostas de 25 nudos de velocidad, pero las previsibles características y condiciones de éstos no satisfacieron al EMA, desestimándose el proyecto a finales de junio.

Finalmente, la mayor parte de los materiales utilizados y acopiados fueron sacados a subasta como chatarra a lo largo de los años sesenta, ya que muy pocos de ellos resultaron aprovechables en otros cometidos. Este fue el destino final de los inacabables submarinos de la clase "G", cancelados a los veinte años de su autorización y tras haber supuesto unos desembolsos cercanos a los 180 millones de pesetas, en opinión de algún autor, cantidad muy superior a la inicialmente presupuestada para los seis submarinos completos.

"S01" EX "G-7" EX "U573"

SERVICIO CON LA KRIEGSMARINE

Construido en Hamburgo por los afamados astilleros Blohm und Voss, los trabajos en la grada empezaron hacia finales de 1940, siendo botado el 17 de abril del año siguiente y entregado seguidamente a la Kriegsmarine el 5 de junio. Los meses inmediatos en la vida del "U-573" transcurrieron en las aguas costeras propias, procediendo a su puesta a punto operativa y al entrenamiento de su nueva dotación.

A finales de otoño de 1941 y al mando del teniente de navío Heinsohn, fue asignado al teatro de operaciones del Mediterráneo, lo que suponía tener que atravesar el estrecho de Gibraltar, lugar muy peligroso y siempre temido por los submarinos alemanes. En la noche del 20 de diciembre de 1941 y cuando se disponía a iniciar el tránsito del Estrecho, divisó en la oscuridad un gran mercante sobre el que lanzaron tres torpedos, oyéndose desde el submarino una detonación por lo que se pensó que había resultado hundido, aunque lo cierto es que los documentos e informes aliados no reflejaban pérdida alguna en dicho lugar y fecha. Poco después, el "U-573" realizaba el paso del Estrecho navegando dentro de las aguas jurisdiccionales españolas hasta Tarifa y saltando desde ahí a la costa africana.

Procedimiento habitual de los submarinos alemanes para evitar ser detectados y atacados por el poderoso dispositivo antisubmarino británico con base en Gibraltar.

Al día siguiente, 21 y ya en aguas mediterráneas, el "U-573" iba a tener más suerte y a obtener su primer éxito bajo la bandera alemana, al tropezar con el carguero "Hellen" de 5.289 toneladas de registro bruto y arbolando pabellón noruego, al que torpedeó y hundió a unas cuatro millas de cabo Negro.

Durante los meses siguientes operó por todo el Mediterráneo, desde las costas de Libia y Egipto hasta aguas cercanas al Estrecho, siempre en busca de unidades navales y mercantes británicas, pero sus esfuerzos fueron infructuosos y el "Hellen" sería su única víctima durante su carrera operativa en la Kriegsmarine, ya que ésta pronto tocaría a su fin.

En efecto, el 1 de mayo de 1942 el "U-573", fue atacado por un avión de patrulla antisubmarina "Lockheed Hudson" perteneciente al 233 Escuadrón de la Royal Air Force británica cuando se encontraba a unas 50 millas al SE de cabo Palos, viéndose obligado a hacer inmersión rápidamente. Cuando había llegado a unos 15 metros de profundidad fue alcanzado casi simultáneamente por dos cargas de profundidad, una a babor proa que no causó daños y otra a estribor popa que explotó a la altura de la quilla y a unos tres o cuatro metros del casco, provocando diversas averías.

Tras abandonar la caza el aparato británico él "U-573" emergió y se procedió a hacer el recuento de daños. Aunque el casco resistente aguantó bien, con solo una brecha de 30 por 3 centímetros a popa de una bocina, la explosión de popa afectó gravemente a la maquinaria, bloqueando el eje de estribor y averiando el de babor. Ante el claro peligro que suponía permanecer en la mar en estas condiciones, su comandante ordenó arrumbar al puerto neutral más próximo, por lo que lentamente y utilizando únicamente el motor eléctrico de babor consiguió llegar a Cartagena el día 2 de mayo, entrando en el Arsenal en medio de una gran expectación.

Ante la imposibilidad de reparar el submarino dentro del tiempo marcado por las leyes internacionales, su dotación procedió a destruir la documentación y parte de los equipos de a bordo, tras lo cual el "U-573" quedó internado y sus tripulantes repatriados a Alemania en las semanas siguientes.

La presencia del submarino en Cartagena originó, además de la natural curiosidad, un fuerte interés en él por parte de los submarinistas españoles, pues no en vano se le veía como una especie de arma mítica, con una gran aureola de prestigio y eficacia forjada a pulso en las duras aguas del Atlántico. En concreto, llamó la atención su buen acabado, el extenso uso de la soldadura, el teléfono submarino y sobre todo, el excelente equipo hidrofónico compuesto por 46 elementos (los "General Mola" y "General Sanjurjo" llevaban por entonces sólo 16 y de inferior rendimiento), instalados en la roda a un metro bajo la línea de flotación.

Ante la insistencia de la Base de Submarinos de Cartagena, el Ministerio de Marina comenzó rápidamente gestiones con Alemania para su adquisición por la Armada que, dadas las circunstancias del momento (invasión de la Unión Soviética, envío de la División Azul de voluntarios, necesidad de materias primas y suministros industriales, agrícolas y ganaderos españoles), desembocaron en la aquiescencia de la Kriegsmarine en el mes de julio siguiente, siendo izada por primera vez la bandera española en el ya rebautizado como "G-7" en ceremonia efectuada en el Arsenal de la ciudad departamental el día 2 de agosto de 1942, fecha en la que causó alta en la Lista Oficial de Buques de la Armada.

EL "G-7", BAJO BANDERA ESPAÑOLA

Al día siguiente del abanderamiento del "G-7", se ordenó un reconocimiento a fondo del buque a fin de comenzar lo antes posible su total reparación, deduciéndose de éste que los daños ocasionados en el ataque del día 1 de mayo eran superiores a los primeramente estimados, hecho que, unido a las destrucciones e inutilización de aparatos provocadas por su anterior dotación antes de ser internada y a la falta de mantenimiento adecuado durante varios meses, suponía la necesidad de efectuar un largo período de obras, agravado además por la escasez de personal especializado en los astilleros de Cartagena.

El "G-7" quedó en la llamada "Primera Situación" a partir del 30 de diciembre de 1942, retrasándose el comienzo de los trabajos de reparación hasta que se dispusiese de información y ayuda técnica alemana.

Esta comenzó a recibirse en 1943, principalmente referida al mantenimiento de equipos y motores, engrase, dirección de tiro para torpedos y diversas reparaciones, aunque los recambios necesarios se entregaron muy lentamente y en cantidad insuficiente. No debemos olvidarnos tampoco de las dificultades crecientes por las que pasaba la propia Alemania y que tuvieron también un papel de gran importancia en esta situación.

Al fin y tras un largo retraso las obras de reparación del "G-7" se iniciaron en agosto de 1943, transcurriendo pausadamente durante algo más de cuatro años, debido principalmente al colapso de la industria alemana en 1944-45 y a la victoria de los aliados, que supuso un cierre total a la importación de materiales y recambios. La industria nacional tampoco pudo hacer demasiado para resolver los problemas encontrados; como ejemplo concreto, el tubo lanzatorpedos de popa había resultado prácticamente inutilizado durante el ataque del avión de la RAF y pese al esfuerzo de los operarios de la factoría de Cartagena, no quedó más remedio que comprar otro directamente a la firma berlinesa AGK en marzo de 1944 por un coste total, incluidos los gastos de transporte, de 292.637 pesetas, llegando el tubo a Cartagena el 3 de mayo siguiente.

Finalmente y tras grandes esfuerzos el "G-7" pudo presentarse a realizar pruebas de mar en el primer semestre de 1947, alcanzando en su transcurso una velocidad máxima de 16,88 nudos en superficie. Entró en servicio activo, o "Tercera Situación" en la terminología de la Armada, el 5 de noviembre de 1947, tras el resultado satisfactorio de la prueba de inmersión a 120 metros efectuada el día anterior.

Curiosamente, cuando el ya no tan flamante "G-7" se incorporó al servicio, se convirtió rápidamente en el mejor submarino español de entonces, pese a pertenecer a un tipo claramente desfasado desde el final de la segunda guerra mundial. No hay que olvidar que en 1947 los efectivos del Arma Submarina española se limitaban a los dos tipo General, de procedencia italiana y diseño más antiguo que el VIIC germano, los viejos "C-1" y "C-2" y el poco fiable "D-1", entregado también en 1947. A su llegada, el "G-7" sustituyó en la Flotilla de Submarinos al "C-2", que quedaría adscrito pocos meses más tarde a la Escala de Mecánicos de Ferrol como buque de prácticas y tras haber sido reclasificado brevemente como "buque de superficie".

Durante los años siguientes y hasta la llegada en 1959 del "Almirante García de los Reyes", transferido a la Armada en virtud de los Acuerdos de 1953 entre nuestro país y los Estados Unidos, el "G-7" fue sin lugar a dudas la mejor unidad de la Flotilla, pese a carecer de modernos equipos de sonar, radar e incluso del mástil de alimentación de aire para los motores diesel conocido por Snorkel.

Con relación a este último aparato, hay que señalar que la Empresa Nacional Bazán comenzó en 1951 y a requerimiento de la Armada el proyecto y desarrollo de un snorkel con vistas a dotar a los submarinos de la clase "D" y a los ex italianos "General Mola" y "General Sanjurjo", aprobándose su instalación con carácter experimental en el
"G-7" en febrero de 1952, aunque los constantes retrasos, problemas técnicos y falta de presupuesto supusieron que en 1954 aún no se hubiese iniciado en firme la construcción de este primer snorkel nacional. Por entonces ya había comenzado a hacerse realidad la ayuda americana derivada de los citados Acuerdos de 1953, por lo que el asunto comenzó a languidecer hasta quedar definitivamente archivado en espera de la cesión por parte de la US Navy de submarinos más modernos.

MANIOBRA DE PETROLEO ENTRE EL "G-7" Y EL "D-2", 06-05-1953

El apreciado "G-7" apenas sufrió variaciones durante su permanencia en las filas de la Armada; su típico cortarredes proel le fue pronto suprimido, mientras que la ametralladora antiaérea de 20 mm instalada a popa de la torreta permaneció hasta los años sesenta. Aunque a veces era desmontado temporalmente, el cañón de 88mm Rheinmetall Borsig fue siempre una de sus principales características externas.

El 15 de junio de 1961 el "G-7" fue rebautizado como "S-01", de acuerdo con el nuevo criterio introducido por la Armada para la designación de sus submarinos. Hacia 1963 y al igual que en los otros submarinos de la flotilla, se les cambió su habitual pintura gris naval por el nuevo color negro adoptado por el Arma Submarina para todos sus componentes, que se mantiene hasta la fecha.

Silencioso y maniobrero, el "S-01" o "G-7" se labró una excelente reputación entre los submarinistas españoles gracias a su bondad, fiabilidad y resistencia, cualidades ideales para la ardua labor de adiestramiento de dotaciones que llevó a cabo durante casi sus veintitrés años de servicio activo, agotando paulatinamente su mecanismo hasta que le llegó el inevitable momento de causar baja en la Lista Oficial de Buques de la Armada por O.M. nº 246 de fecha 2 de mayo de 1970, curiosamente a los 28 años justos de su obligada arribada a las costas españolas, procediéndose seguidamente a su desarme. Siendo el último de su clase en ser dado de baja, convirtiéndose por tanto en el ejemplar de más larga carrera operativa de una de las más numerosas clases de buques jamás construidas.

COMANDANTES DEL SUBMARINO "G-7"

CC. D. GUILERMO CARRERO GARRE
de --.--.1947 a 26.09.1949
CC. D. JACINTO AYUSO SERRANO
de 26.09.1949 a 27.11.1952
CC. D. JOAQUIN DE FLOREZ
de 27.11.1952 a 19.11.1954
CC. D. TOMAS CLAVIJO NAVARRO
de 19.11.1954 a 17.04.1956
CC. D. JUAN A. MORENO AZNAR
de 17.04.1956 a 04.05.1960
CC. D. ENRIQUE GONZALEZ ROMERO
de 05.05.1960 a 29.09.1961
TN. D. LUIS RODRIGUEZ MENDEZ-NUÑEZ
de 29.09.1961 a 15.02.1965
CC. D. LUIS FERNANDO MARTI NARBONA
de 15.02.1965 a 20.09.1966
CC. D. ENRIQUE SEGURA AGACINO
de 20.09.1966 a 16.04.1968
CC. D. JAVIER CAVESTANY GARCIA
de 16.04.1968 a 10.05.1969
CC. D. EMILIO AREVALO PELLUZ
de 10.05.1969 a 02.05.1970


Para terminar este apasionante articulo alguna foto del U-573 , asi como de la radio y algun componente mas extraida del : "GOOGLE IMAGE "







 
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FS_LLUIS
view post Posted on 6/3/2011, 16:11     +1   -1




Muy bueno Pedro.... lo he leído con mucho interés, gracias.
 
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FS_Mancilla
view post Posted on 6/3/2011, 19:55     +1   -1




Que buen reportaje...
 
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FS_Hierro
view post Posted on 8/3/2011, 21:08     +1   -1




interesante información, gracias.
 
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view post Posted on 16/9/2011, 18:40     +1   -1
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CAPÍTULO 21


SUBMARINOS TIPO "FLEET" CLASE "BALADO" S-31
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""FUENTE. REVISTA NAVAL.COM"" . FOTOS DEL : "GOOGLE IMAGENES"


EL S-31 ENTRANDO EN NEW-YORK.






EL S-31 EN LA ENTREGA A ESPAÑA.





EMBLEMA DEL S-31.




EL SONAR DEL S-31.







Nombre de la clase:

Balao (Fleet Snorkel)

Tipo de buque:

Submarino

Buques de la clase:
Numeral Nombre Astillero Alta Baja Causa Comentarios
S-31
(ex- SS-370) Almirante García de los Reyes
(ex- Kraken) Manitowoc-Wisconsin 1959*
(1944) 1982 Retrirado

* Nota: la fecha entre paréntesis corresponde a la entrada en servicio en la US Navy.

Características:

Desplazamiento: 2.400 ton sumergidos
Dimensiones: 95 x 8'3 metros
Propulsión: diesel eléctrica, 4 diesel GM 16-278A (4.610 cv), 4 motores eléctricos GE (2.740 cv); 2 hélices, 18 nudos en superficie / 10 nudos sumergido
Tripulación: 87
Radar: descubierta de superficie SS-2
Sónar: BQS-2 (a partir de 1975, BQR-2)
Armamento: 10 tlt de 533 mm (24 torpedos)


Historia:

El S-31 fue el único submarino transferido a la Armada por la US Navy tras los acuerdos de 1953 (otros cuatro serían transferidos a partir de 1971); en concreto, llegó a España en 1959. En el momento de su llegada, se convirtió inmediatamente en el mejor buque (y casi el único operativo) del Arma Submarina. Con él llegaron a España el primer snorkel, los torpedos guiados, el primer sónar de submarino... en definitiva, supuso el salto desde la tecnología alemana de principio de los 40 (del G-7) a la tecnología americana de los 50. De hecho no era (ni mucho menos) un buque de último modelo, pero era tal el atraso de nuestros submarinos que supuso una auténtica revolución.

La vida operativa del S-31 transcurrió a lo largo de los 60 con placidez, fundamentalmente participando en tareas de adiestramiento de sus propias dotaciones y de los buques de superficie (por fin, habia un submarino al que "enfrentarse"). El S-31 debía haberse retirado a mediados de los 70, pero una avería producida en el S-33 Narciso Monturiol obligó a dar a éste de baja, con lo que parte de sus equipos (incluyendo el sonar) fueron trasladados al S-31, prolongándose así la vida del Gª de los Reyes hasta 1982, cuando fue sustituido por el primer buque de la serie S-70. En definitiva, 23 largos años de servicio de un buque que fue para nuestro Arma Submarina lo que el Dédalo para la flota de superficie.
 
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view post Posted on 16/9/2011, 23:38     +1   -1
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Jo que chulo reportaje , gracias Pedro. Ahora no veo mucha evolución a pesar del tiempo entre los Uboats y este. Al menos los Uboat llevabamn chorizos y jamones colgado jajajajaja
 
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view post Posted on 25/11/2011, 15:18     +1   -1
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CAPÍTULO 22



SUBMARINOS TIPO "FLEET" CLASE "BALADO" S-32
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FUENTE: WIKIPEDIA, LA ENCICLOPEDIA LIBRE, FOTOS DEL GOOLGE IMAGE



USS Ronquil (SS-396)



Carrera (EE.UU.)
Nombre: USS Ronquil (SS-396)
Constructor: El astillero naval de Portsmouth , Kittery, Maine
Establecidos: 09 de septiembre 1943
Puso en marcha: 27 de enero 1944
Puesta en marcha: 22 de abril 1944
Fuera de servicio: 05 1952
Reanudación del servicio: 16 de enero 1953
Fuera de servicio: 01 de julio 1971
Llamó la atención: 01 de julio 1971
Destino: Transferido a España , 01 de julio 1971


Carrera (España) Alférez de la Armada Española


Nombre: MSF Isaac Peral (S-32)
Adquirida: 01 de julio 1971
Fuera de servicio: 03 de abril 1984
Características generales
Clase y tipo: Balao clase diesel-eléctrico submarino
Desplazamiento: 1.526 toneladas (1.550 t ) surgió
2.391 toneladas (2.429 t) sumergida
Longitud: 311 pies 6 pulgadas (94,95 m)
Manga: 27 pies 3 pulgadas (8.31 m)
Proyecto: 16 ft 10 in (5.13 m) como máximo
Propulsión:

4 × Fairbanks-Morse modelo 38D8-⅛ 10 - cilindro opuesto del pistón de motores diesel de conducir generadores eléctricos
2 x 126 - celular Sargo baterías [4]
4 × de alta velocidad Elliott motores eléctricos con engranajes de reducción
dos hélices
5400 shp (4.0 MW ) surgió
2740 shp (2.0 MW) sumergida
Velocidad: 20,25 nudos (38 km / h) superficie
8,75 nudos (16 km / h) sumergido
Rango: 11.000 millas náuticas (20.000 km) surgido a 10 nudos (19 km / h)
Resistencia: 48 horas a 2 nudos (3,7 km / h) sumergido
75 días de patrulla
Prueba de la profundidad: 400 pies (120 m)
Complemento: 10 oficiales, alistados 70-71
Armamento: 10 × 21 pulgadas (533 mm) torpedo tubos
(Seis hacia delante, cuatro hacia atrás)
24 torpedos
1 x calibre de 5 pulgadas (127 mm) / 25 arma de la cubierta
Bofors de 40 mm y 20 mm Oerlikon cañón
Características generales (Guppy IIA)
Desplazamiento:

1.848 toneladas (1.878 t) apareció
2.440 toneladas (2.479 t) sumergida
Longitud: 307 pies (93,6 m)
Manga: 27 pies 4 pulgadas (8.3 m)
Proyecto: 17 pies (5,2 m)
Propulsión:

Snorkel añadido
Un motor diesel y el generador elimina
Baterías actualizado a Sargo II
Velocidad:

Superficie:

17,0 nudos (19,6 kilómetros por hora; 31,5 kmh) como máximo
13,5 nudos (15,5 kilómetros por hora; 25,0 kmh) de crucero

Sumergida:

14,1 nudos (16,2 kilómetros por hora; 26,1 kmh) por media hora
8,0 nudos (9.2 mph y 14,8 km / h) snorkeling
3,0 nudos (3.5 mph, 5.6 km / h) de crucero

Armamento:

10 × 21 en (533 mm) tubos de torpedos
(Seis hacia adelante, cuatro atrás)
eliminar todas las armas

USS Ronquil (SS-396), una clase Balao submarino , fue el único barco de la Marina de los Estados Unidos el nombre de la ronquil , un pez con aletas espinosas encuentran a lo largo de la costa noroeste de América del Norte. Tiene una sola aleta dorsal y una boca grande y se parece a la zona tropical del jawfish .

Ronquil se estableció 09 de septiembre 1943 en la yarda de marina de guerra de Portsmouth , en Kittery, Maine , puso en marcha 27 de enero 1944, patrocinado por la Sra. CM Viejo, y encargó a 22 de abril 1944, el teniente comandante Henry S. Monroe en el mando.


Una Segunda Guerra Mundial
2 post-servicio en la guerra
3 MSF Isaac Peral (S-32)
4 Premios y reconocimientos
5 Referencias
6 Enlaces externos

Segunda Guerra Mundial

Después de shakedown de la Nueva Inglaterra, costa, Ronquil navegó para Hawaii . Ella llegó a Pearl Harbor , el 8 de julio de 1944; y, después de una formación preparatoria, navegó en su patrulla la primera guerra (31 julio a 8 septiembre 1944) en el noreste de Formosa - Sakishima Gunto área. El 24 de agosto, el submarino se hundió dos buques de carga ataque:. Yoshida Maru N º 3 (4646 toneladas) y Fukurei Maru (5,969 toneladas) de patrulla Ronquil 's de la Segunda Guerra, de 30 septiembre hasta 28 noviembre 1944, se llevó a cabo en dos fases. Ella comienza a ser accionado con un grupo de submarino de ataque coordinado en el Bungo Suido área, y luego se unió a otros seis submarinos para llevar a cabo un barrido de la nave antipatrol islas Bonin .

En su tercera patrulla de la guerra, a partir de enero 1-febrero 14 1945, Ronquil patrullaban las Bonin y no deber del salvavidas en la zona de los bombarderos del ejército golpeando la japonesa islas de origen. Su patrulla de la guerra de cuarta 11 marzo-23 abril 1945, le trajo no los objetivos enemigos que vale la pena, pero como resultado el rescate de 10 aviadores del Ejército de un B-29 bombardero derribado entre las Bonin y Japón. Patrulla de la quinta y última del submarino desde mayo 19 hasta julio 26 1945, la recibió en el Mar de China Oriental y el Mar Amarillo .

El fin de la guerra en el Pacífico encontraron Ronquil de Pearl Harbor, la formación de otra patrulla de la guerra. Ella volvió a San Diego en el otoño de 1945 y participó en ejercicios de entrenamiento de la California costa.
Post-guerra de servicio

En enero de 1947, Ronquil salió San Diego para su tiempo de paz, el primer despliegue del Pacífico occidental. Esta patrulla duró 114 días y se llevó el submarino a Tahití , las Carolinas , las Marianas , Japón y el Mar Amarillo. A su regreso a San Diego, que reanudó sus operaciones locales antes de iniciar un período de 3 años de entrenamiento intensivo en la ofensiva y la guerra antisubmarina , incorporando las lecciones aprendidas durante la Segunda Guerra Mundial, así como los nuevos desarrollos de la posguerra.

Ronquil entró en el astillero naval de Mare Island mayo 1952 para la clausura y " Guppy IIA "modernización: El casco y la vela se simplificaron para una mayor velocidad sumergido. Ella recibió nuevos, el aumento de capacidad de las baterías para la resistencia bajo el agua, y un snorkel que le permitió usar sus motores diesel en el periscopio de profundidad. La nueva electrónica, incluida la mejora de sonar y los sistemas de control de incendios, se han instalado.

Ronquil fue recomisionado el 16 de enero de 1953, y el 12 de junio partió hacia Japón. Ella llegó a Yokosuka antes de partir a Tokio el 19 de julio para participar en el "Festival de Barco Negro", que conmemora el comodoro Matthew Perry abre 's de Japón en 1852. A lo largo de agosto y septiembre, participaron en Ronquil antisubmarinos y otras operaciones en las aguas cercanas a Japón, lo que fue el modelo para la mayoría de sus despliegues más tarde.

El 11 de diciembre 1953 Ronquil regresó a San Diego por un año de revisión, cursos de actualización, formación de la Reserva Naval, y ejercicios de la flota. Ella navegó para una segunda gira por el oeste del Pacífico, el 21 de marzo de 1955, regresando a fines de septiembre. Los próximos 2 años se dedicaron a las operaciones en la costa oeste de los Estados Unidos, el 31 de julio de 1957, el submarino de nuevo desplegado en el Lejano Oriente durante 7 meses.

Desde julio 3 hasta julio 7 1958, Ronquil participó, con otros barcos de la flota, en una celebración del 50 aniversario de la llegada de la " Gran Flota Blanca "en San Francisco . Ella reanudó sus operaciones normales, luego zarpó de San Diego el 6 de abril de 1959 por un niño de 5 meses "WestPac" despliegue. Durante julio y agosto de 1960, participó en los ejercicios antisubmarinos amplia en el Pacífico oriental con los Estados Unidos y las fuerzas canadienses.

A principios del otoño de 1961 zarpó de nuevo Ronquil para el Lejano Oriente, regresando en marzo de 1962. Después de participar en una demostración de las operaciones antisubmarinas de la cadena nacional de radio y televisión, comenzó un período de operaciones de revisión y local. El submarino salió de San Diego en noviembre de 1963 para el deber con la 7ma flota , a su regreso a California, reanudó las operaciones en la costa oeste. A finales de 1964 Ronquil comenzó los preparativos para el despliegue de la Vietnam área. En febrero de 1965 se embarcó para el sudeste de Asia y el despliegue de cinco meses.
El rodaje Ice Station Zebra

A mediados de 1966, se reunió con Ronquil la 7ma flota, de volver a San Diego en febrero de 1967 para seguir trabajando en la costa de California. Esto se vio interrumpida en agosto, cuando Ronquil interpretó el papel de la ficción Tigerfish USS (SSN-509) en el cine de hielo Zebra Estación .

El 26 de diciembre del submarino fue de nuevo en marcha para Japón. Durante este despliegue, tomó parte en los ejercicios con los Estados Unidos, británicos , japoneses , australianos y canadienses fuerzas. El 02 de julio 1968 Ronquil regresó a la costa oeste. Ronquil partió hacia el Lejano Oriente, 04 de julio 1969, regresando a San Diego en la víspera de Navidad .

A finales de enero de 1970 Ronquil comenzó un período de reparación y revisión, seguido por la formación y ejercicios de la flota en el Pacífico oriental. 08 1970 trajo otra de despliegue de la flota séptimo, de volver a su puerto base de San Diego el 5 de marzo de 1971. La Medalla de Servicio de Vietnam fue premiada por este despliegue.
MSF Isaac Peral (S-32)

El 1 de julio de 1971, Ronquil fue dado de baja, golpeado por el Registro Naval , y trasladado a España , en virtud de la Ley del Seguro de Asistencia Mutua. El submarino fue comisionado en la Armada española como Isaac Peral (S-32), el nombre de submarino pionero español Isaac Peral . Bajo su nuevo comandante el teniente comandante. Pedro Soler Yolif, que zarpó de San Diego a su puerto base de la nueva Cartagena, España , llegando a 22 de agosto.

Isaac Peral ante la jubilación en 1982, pero su servicio se extendió hasta la puesta en marcha del nuevo Siroco (S-72). La Armada española fuera de servicio Isaac Peral, el 3 de abril de 1984.
Premios y reconocimientos

Ronquil ganó seis estrellas de la batalla de la Segunda Guerra Mundial el servicio.
 
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